«- ¡Ah! Mi buen Zigrov -lo saludó sir George Grey al verlo aparecer por el pasillo que daba al recibidor-. Me complace volver a verte.»
Puede parecerte extraño, pero este personaje, aparentemente sencillo, me costó mucho introducirlo en la historia. Y eso que está basada en una anécdota personal real. Fue un viaje con un buen amigo en el que vivimos una aventura que ahora mismo nos parece ya divertida, pero que en aquel momento nos hizo explotar por momentos. Un país en el que confundían su nombre con su apellido, escribían mal ambos, ni lo intentaron con mi documentación, etc., el kaos generado por ese detalle fue increible y divertido si no fuera porque entre ese problema y otros con los vuelos nos impedía volver a nuestro país.
Volviendo al personaje quiero dejar claro que el problema para mí radica en que el tema de la servidumbre a través de una entrega total nunca ha sido de mi agrado.
Desde pequeño, ni en la lectura ni en el cine, cuando veía la devoción de un mayordomo por su señor, era algo que no entraba en mi cabeza. Sentía que esa persona se autoanulaba en favor de los intereses de otra persona que en ningún caso llegaba a pagar realmente lo que valía ese sacrificio.
Sin embargo, al viejo Sir Grey le hacía falta uno. Era evidente y era su época.
Ahora, yo me haría las siguientes preguntas:
¿Cuál será entonces su nombre real? ¿Un país del este de Europa con presencia del ejército británico? ¿Amante de la cultura del país opresor? ¿Quienes serán esos misteriosos ‘usus’ de los que hablan muy por encima?
Y lo más importante para mí:
¿Cómo crees que pudo desenvolverse el encuentro entre ambos en el funeral de su amigo que los llevo a establecer esa relación de amistad-servidumbre que tan feliz parece hacer a ambos?
Anímate. Atrévete. Envíame tu creación.